VENERABLE NICODEMO EL HAGIORITA, EL SABIO MAESTRO DE LA IGLESIA DE CRISTO
- monasteriodelasant6
- 14 jul
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conmemorado el 14 de julio.

El Venerable Nicodemo (gr. Νικόδημος) el Hagiorita (es decir, de la Montaña Sagrada o bien, del Monte Athos), el Sabio Maestro de la Iglesia de Cristo, nació en la isla griega de Naxos (gr. Νάξος) en el año 1748 y recibió el nombre de Nicolás en el Santo Bautismo. De niño, se comportó correctamente, evitando las malas compañías y todo aquello que pudiera mancillar su corazón. Era celoso en su amor por lo bueno y beneficioso, y amaba así el saber sagrado como el mundano. Su primera educación en Naxos provino del párroco del pueblo, quien lo enseñó a amar a Cristo y a su Iglesia. También asistía al párroco durante la Divina Liturgia y otros servicios.
Posteriormente, Nicolás asistió a la escuela de Naxos, donde el Archimandrita Crisanto, hermano de san Cosme de Etolia (24 de agosto), lo enseñó letras sagradas y profanas.
A los veintiséis años, arribó al Monte Athos y fue tonsurado en el Monasterio de Dionisio con el nombre de Nicodemo. Como primera obediencia, el padre Nicodemo sirvió como secretario del Monasterio. Dos años después de ingresar al Monasterio de Dionisio, el Metropolitano de Corinto, san Macario Notaras (17 de abril), llegó allí y encargó al joven monje la edición del manuscrito de la Filocalia, hallado en 1777 en el Monasterio de Vatopedi. La edición de éste libro marcó el inicio de muchos años de actividad literaria para san Nicodemo. Pronto se trasladó a la Skete del Pantocrátor, donde estuvo bajo la obediencia del Anciano Arsenio del Peloponeso, bajo cuya dirección estudió las Sagradas Escrituras y los escritos de los Santos Padres.
Según el testimonio de sus contemporáneos, san Nicodemo era un hombre sencillo, sin malicia, modesto, y se distinguía por su profunda concentración. Poseía una notable capacidad intelectual: conocía las Sagradas Escrituras de memoria, e incluso recordaba capítulos, versículos y páginas. Además, podía recitar de memoria largos pasajes de los escritos de los Santos Padres.
En el año 1783, san Nicodemo fue tonsurado en el Gran Esquema y pasó los siguientes seis años en completo silencio. En su siguiente visita al Monte Athos, san Macario lo encomendó la edición de los escritos de san Simeón el Nuevo Teólogo (impresos en tres volúmenes: Siros, 1790). Ésto significó abandonar su silencio y dedicarse de nuevo a la obra literaria. Desde entonces hasta su dormición, continuó dedicándose a tales labores.
Una de las obras más notables del Santo Asceta Nicodemo fue el Exomologetarion (gr. Εξομολογητάριον, “Manual de Confesión”), publicado en el año 1794. Éste fue el primer libro de éste tipo en la Iglesia Ortodoxa. Basándose en las Sagradas Escrituras y en los Padres de la Iglesia, san Nicodemo enumera las cualidades que debe poseer un confesor para ser un verdadero confesor y ofrece consejos sobre cómo prepararse para la Confesión, cómo confesarse y cómo protegerse del pecado después de la Confesión.
Entre las obras ascéticas del Santo, es muy conocida su traducción del libro de Lorenzo Scupoli, “El Combate Espiritual” (1796), que ha sido traducido al ruso, al inglés y a otros idiomas.
San Nicodemo también realizó importantes contribuciones con la publicación de libros litúrgicos. Utilizando materiales de las colecciones de manuscritos del Monte Athos, publicó sesenta y dos cánones a la Santísima Theotokos bajo el título de Nuevo Theotokarion (Venecia, 1796).
El sapientísimo Nicodemo también es conocido como compositor e intérprete de himnos. Su Canon en honor al Icono “Pronta para Escuchar” de la Santísima Madre de Dios, (09 de noviembre) y su “Servicio y Encomio en Honor a los Padres que Resplandecieron en el Monte Athos” se utilizan incluso más allá del Monte Athos.
Entre sus otros libros se incluyen el Heortodromion, una interpretación de los cánones que se entonan en las Fiestas del Señor y de la Madre de Dios (Venecia, 1836), y “La Nueva Escalera”, una interpretación de los 75 Himnos de Grados (Anabathmoi) del libro litúrgico llamado Oktoekhos (gr. Ὀκτώηχος, Constantinopla, 1844).
Se hace evidente que la obra literaria de san Nicodemo fue multifacética, abarcando más de media docena de campos de la teología: teología ascético-mística, ética, derecho canónico, exégesis, hagiología, liturgia e himnografía. Escribió el prefacio de la Filocalia y breves Vidas de los ascetas cuyos escritos se incluyen en ellas.
San Nicodemo sentía una especial predilección por la hagiografía, como lo atestiguan su obra, Nuevo Eklogion (Venecia, 1803), y su libro póstumo, Nuevo Sinaxario (1819). Completó una traducción al griego moderno de las Catorce Epístolas de San Pablo en tres volúmenes (1819), según la interpretación del Jerarca Metrófanes, de san Teofilacto, Arzobispo de Bulgaria (31 de diciembre), y de otros.
San Nicodemo también escribió una Interpretación de las Siete Epístolas Católicas de San Pablo (publicada en Venecia en 1806).
En el año 1799, san Nicodemo editó el Nuevo Martirologio, que él y san Macario de Corinto parecen haber preparado juntos para demostrar que la Iglesia Ortodoxa sigue produciendo Santos, especialmente Mártires, que sufrieron las mismas pruebas, tormentos y muerte que los antiguos Mártires. El ejemplo de los Santos cuyas vidas aparecen en dicho libro fortaleció y animó a los ortodoxos a permanecer fieles a Cristo y a no convertirse a la religión de sus opresores.
San Nicodemo preparó una nueva edición del Pedalion o Timón, en colaboración con el Hieromonje Agapio. Ésta se imprimió en 1801 y contenía los Cánones de los Santos Apóstoles, los de los Santos Sínodos Ecuménicos y Locales, y los de los Santos Padres.
Su obra más edificante, “Moralidad Cristiana”, se publicó en Venecia en el año 1803. En ella escribe: “Los monjes fuertes de cuerpo y alma... deberían salir al mundo ocasionalmente a predicar y aconsejar. Quienes no pueden hacerlo, ya sea por las pasiones que los asaltan en sociedad o por estar enfermos del cuerpo, deberían buscar el bien de sus hermanos mediante la oración y ofreciendo consejo a quienes los visitan, y si son eruditos, escribiendo obras edificantes” (Constantine Cavarnos, 1974, Santos Ortodoxos Modernos Volumen 3, San Nicodemo el Hagiorita, Belmont, Massachusetts, pp. 46-47).
Poco antes de su reposo, el Venerable Padre Nicodemo, exhausto por su labor literaria y sus luchas ascéticas, se mudó a la casa de los Hieromonjes iconógrafos Stéfanos y Neófytos Skourtaios, hermanos de nacimiento, a quienes pidió ayuda con la publicación de sus obras, ya que sus enfermedades se lo impedían.
El día antes de su partida al Señor, pudo confesarse, recibir la Santa Unción y luego la Santa Comunión.
Su primer biógrafo, el padre Eutimio, describe así el reposo del Santo: “Cuando el sol salió sobre la tierra ese día (miércoles, 14 de julio de 1809), se puso el sol inteligible de la Iglesia. La columna de fuego, conductor del Nuevo Israel hacia la piedad, desapareció; la nube que refrescaba a quienes se fundían en el ardor del pecado, se ocultó”.
Sus numerosos amigos y conocidos lloraron, y las palabras de cierto cristiano fueron típicas del pensamiento de muchos de la época: “Oh, padres míos, hubiera sido mejor que mil cristianos hubieran muerto hoy, y no Nicodemo”.
El Venerable Nicodemo, el Hagiorita, el Sabio Maestro de la Iglesia de Cristo, durmió en paz en el Señor a la edad de sesenta años, el día 14 de julio del año 1809 y fue glorificado por la Iglesia de Constantinopla en el año 1955.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2025). Repose of Venerable Nikodemos the Hagiorite. New York, Estados Unidos: OCA.
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