conmemorado el 1° de octubre.
El Venerable Romano el Melodista (gr. Ρωμανός ο Μελωδός) nació en el siglo V en la ciudad siria de Émesa, de padres judíos. En trasladándose a Constantinopla, se convirtió en sacristán de la iglesia de Santa Sofía. El monje pasaba las noches solo, orando, ya en un prado, ya en la iglesia de Blaquerna, situada más allá de la ciudad.
San Romano no era un lector ni un cantor talentoso. Una vez, en vísperas de la Natividad de Cristo, leyó los versos del kathisma (gr. κάθισμα, una porción del Salterio). Leía tan pésimo que otro lector tuvo que ocupar su lugar. El clero se mofó de Romano, lo cual lo devastó.
El día de la Natividad, la Santísima Madre de Dios se le apareció al afligido joven en una visión mientras oraba ante el icono Kyriotissa. Ella le dio un pergamino y le mandó que lo tomara como alimento. Así, recibió el don de la comprensión, la composición y la himnografía.
Aquella víspera, durante la Vigilia nocturna, san Romano cantó con voz maravillosa su primer contaquio (gr. κοντάκιον, transliterado: kontakion): “Hoy la Virgen da a luz al Trascendente...” Todos los himnos de san Romano se conocieron como kontakia, en referencia al pergamino que lo diera la Virgen. San Romano fue también el primero en escribir en forma de oikos (gr. οἶκος, literalmente: “casa”, “lugar de residencia”), que incorporó a la Vigilia nocturna de sus lugares de residencia.
Por su devoto servicio, san Romano fue ordenado diácono y se convirtió en profesor de canto. Hasta su dormición, ocurrida alrededor del año 556, el hierodiácono Romano el Melodista compuso casi mil himnos, muchos de los cuales, ochenta como mínimo, aún son utilizados por los cristianos para glorificar al Señor.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Venerable Romanus the Melodist. New York, Estados Unidos: OCA.
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