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VENERABLE TEÓFANES EL RECLUSO

Foto del escritor: monasteriodelasant6monasteriodelasant6

conmemorado el 6 de enero.


El Venerable Teófanes (o Teófano) el Recluso (1815-1894), también conocido como Teófanes el Eremita (ru. Феофан Затворник, “Feofán Zatvórnik”), es un Santo de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

En el mundo, recibió el nombre de Georgy Vasilievich Govorov (ru. Георгий Васильевич Говоров) y nació el día 10 del mes de enero del año 1815 en la villa de Chernavsk, en la provincia de Orlov (ahora en la óblast de Lípetsk) en Rusia.

Su padre fue un sacerdote ortodoxo ruso de la provincia de Oriol, en la Rusia central, y según la costumbre de la época, él también fue destinado al sacerdocio. Desde muy tempana edad, recibió el efecto salutífero del ambiente eclesiástico, en medio de iconos, himnos, servicios litúrgicos, rituales y estudio. Escribió que éste entorno es un factor poderoso para la adecuada formación del alma del niño.

A los doce años fue educado en los Seminarios Eclesiásticos de Orlov y luego estudió en la Academia Teológica de Kiev, de 1837 a 1841. En éstos años entró en contacto con el Monasterio de las Cuevas de Kiev. En un entorno tal, no es de sorprender que recibiera la tonsura monástica cuando aún era un estudiante; en el año 1841 se convirtió en monje recibiendo el nombre de Teófano. Poco después fue nombrado Diácono y Presbítero y prosiguió con sus estudios.

Más tarde se convirtió en profesor de la Escuela Eclesiástica de Kiev y de Nóvgorod, siendo nombrado Decano de la Academia de San Petersburgo.

La base de la enseñanza cristiana para el Hieromonje Teófanes era el amor (gr. agápi) y los medios, la Iglesia y los Misterios. San Teófanes fue un gran profesor y conocía el modo de que sus alumnos amasen la enseñanza. Sentía profundamente la belleza y la importancia de su misión. Decía siempre: “De todas las benditas obras, la más bendita es la educación”.

Su pasión por una completa dedicación a Dios, lo conduce a Tierra Santa. Al mismo tiempo visita muchos monasterios de Palestina, mientras que se quedó bastante tiempo en la Lavra de San Sabas, donde en aquella época moraba san José el Hesicasta. Su estancia allí lo dio la maravillosa oportunidad para conocer bien la enseñanza y la tradición de los Padres de la Iglesia de Oriente y del Monaquismo Oriental Ortodoxo. A continuación, regresa a Rusia, pero rápido se dirige a Constantinopla, como sacerdote de la Embajada Rusa. En el año 1857 es nombrado de nuevo profesor y rector de la academia teológica. Sin embargo, renuncia y se limita al puesto de inspector de las escuelas religiosas de San Petersburgo. Pero la Iglesia le eligió como Obispo de la diócesis de Tambov y, a los cuatro años, se convierte en titular de la diócesis de Vladímir. Por su obra, escribe un biógrafo suyo:


El Obispo Teófanes fue un verdadero pastor, en medio de un pueblo idólatra, que apenas conocía a Dios. Siendo el mismo ejemplo para sus clérigos, se dedicó con toda su alma a su apostolado y en concreto a la predicación. Viviendo de un modo muy simple, se dedicaba alternativamente al estudio y a la oración. En su vida como Obispo buscó tener una estrecha y buena relación con los fieles. No quería que existiese nada que obstaculizase al pueblo acercarse a él. Le gustaba encontrarse entre los fieles, a quienes amaba con una completa dedicación paternal.

 

En el año 1861, siendo Obispo, san Teófanes participaría como uno de los principales miembros en el traslado de las reliquias de san Tikhon de Moscú (1724-1783) y a continuación en su Glorificación como Santo, el 13 de agosto de 1861. Ésto lo causó una gran impresión, ya que tenía mucho en común con él. Había amado a san Tikhon desde su infancia y siempre hablaba de él con gran entusiasmo. Cuando san Tikhon fue glorificado como Santo el 13 de agosto, el gozo del obispo Teófanes no tuvo límites.

En el año 1866 solicita al Santo Sínodo la dispensa para abandonar el puesto de Obispo y retirarse al monasterio de Vishen. Allí vivió durante 28 años como recluso en una pobre celda en el desierto, donde se dedica a la oración, el trabajo manual, la escritura de iconos y una ingente actividad literaria, fruto de la cual son su medio millar de textos y sus incontables cartas.

Además de la oración, san Teófanes daba mucha importancia a la vida en los Misterios de la Iglesia Ortodoxa. La Confesión y la Santa Comunión, eran para san Teófano los dos medios básicos para conseguir la perfección.

Sobre la «Conversión del Corazón» (gr. μετάνοια, translit. metánia, “introspección”, “arrepentimiento”, “confesión”), escribe que es fuente inagotable de una verdadera vida cristiana. El obispo Teófanes escribió numerosos libros, pero no obtuvo ganancias de sus ventas. Trató de mantenerlos lo más posiblemente asequibles, y se agotarían rápidamente. Varios de los libros de san Teófanes se han traducido al inglés y son guías espirituales confiables para los cristianos ortodoxos de éste tiempo. El don de san Teófanes fue la capacidad de presentar la sabiduría de los Padres en términos que la gente moderna pudiera entenderlos.

Escribió sobre temas que, otros antes que él, no habían tratado completamente, como por ejemplo cómo vivir una vida cristiana, cómo superar hábitos pecaminosos y cómo evitar la desesperación. Trató de explicar los pasos de la perfección espiritual de manera sistemática, como alguien que había pasado por ello. Algunas de sus obras son: “Qué Es La Vida Espiritual y Cómo Perseverar en Ella”, “El Camino A La Salvación” y “Cartas Sobre La Vida Espiritual”. También tradujo “Los Sermones de San Simeón el Nuevo Teólogo” y entre 1876 y 1889 publicó una traducción en ruso de la Filocalia, ocupando cinco volúmenes.

El obispo Teófanes comenzó a debilitarse a principios del año 1894. Aún escribía en la tarde del 6 de enero, pero cuando el monje asistente de la celda acudió a verlo a las 4:30 descubrió que el Santo ya no respiraba. San Teófanes el Recluso durmió en paz en el Señor, el día 6 de enero del año 1894, a la edad de 79 años.

El cuerpo de san Teófanes permaneció en la pequeña iglesia de su celda durante tres días, y luego tres días más en la catedral. Sin embargo, no había rastro de corrupción. Fue sepultado en la iglesia de Kazán del monasterio de Vishen. Con ocasión del milenario del bautismo de Rusia, el Venerable Teófanes el Recluso fue Glorificado por la iglesia ortodoxa rusa en el año 1988.



REFERENCIAS

La Ortodoxia es la Verdad. (2025). San Teófano el Recluso. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com

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