conmemorados el 03 de agosto.
De éstos tres Venerables Santos de la Iglesia de Cristo, Dalmátos (Dalmacio) fue un soldado de la segunda academia militar, durante el reinado de Teodosio el Grande (379-395), y vivió una vida piadosa y agradable a Dios. Más tarde dejó atrás a su esposa, sus hijos y las cosas mundanas, y llevando consigo solo a su hijo Fausto, partieron en búsqueda del Venerable Isaac el Confesor (30 de mayo), Higúmeno del Monasterio de “los Dalmacios”, donde fue tonsurado monje, alcanzando elevadas alturas de virtud.
Éste maravilloso Isaac moró en la tranquilidad del desierto desde muy joven, persiguiendo toda forma de virtud, por eso sus palabras eran tan brillantes, porque estaba adornado con una vida virtuosa. Cuando el emperador Valente el arriano salió a luchar contra los escitas y los godos, Isaac se le aproximó y le dijo: “Abre, emperador, las iglesias de los ortodoxos, y vencerás en la batalla”. El emperador no se disuadió, sino que, con rabia, dijo al Santo: “Cuando regrese de la batalla, te castigaré por éstas palabras”. En respuesta, el Santo dijo: “Sea que regreses de la batalla, el Señor Dios no me ha mencionado. Por lo tanto, lucharás, pero cuando trates de huir de tus enemigos, serás quemado vivo”. Ésto ciertamente sucedió, porque se encerró en un granero, y allí fue quemado vivo.
Cuando éste santo conoció que había de partir hacia el Señor, estableció a Dalmacio como Higúmeno del monasterio, en el tiempo en que san Ático era Patriarca de Constantinopla. San Dalmacio se hizo eminente en la lucha ascética, y tras permanecer cuarenta días en estado de ayuno, por la misma cantidad de tiempo permaneció en estado de éxtasis.
Por lo tanto, fue venerado y reverenciado no solo por el emperador y el cuerpo legislativo, sino también por los Santos Padres que se reunieron en Éfeso para el III Concilio Ecuménico de 431. Fue elegido para convertirse en Archimandrita, y a quienes lo siguieron se los concedió ser autoridades para siempre de su monasterio. Cuando el renombrado fue engalanado de ésta manera, partió hacia el Señor y fue enterrado en su monasterio.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2023). Los Venerables Isaac, Dalmacio y Fausto. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
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