conmemorado el 17 de octubre.
El Santo Profeta Oseas ─el primero de los profetas menores─ perteneció a la tribu de Isacar. Vivió durante el siglo IX antes de Cristo, en el reino de Israel. Fue contemporáneo de los santos profetas Isaías, Miqueas y Amós. Durante este tiempo, muchos de sus compañeros israelitas se habían olvidado del Dios verdadero y adoraban ídolos. El santo Profeta Oseas trató de hacerlos volver a la fe de sus Padres mediante su sabio consejo. Al denunciar las iniquidades del pueblo de Israel (es decir, el reino del norte de Israel), el profeta profetizó gran desventura procedente de un pueblo extranjero, así como su traslado al cautiverio por parte de Asiria.
Casi mil años antes de la venida del Salvador, y por inspiración del Espíritu Santo, el profeta predijo el fin de los sacrificios y del sacerdocio de Aarón (Os 3:4-5), y que el conocimiento del El verdadero Dios se extendería por toda la tierra (Os 2:20-23). Oseas proclamó acerca de Cristo, de cómo retornaría de Egipto (Os 11:1; cfr. Mt 2:15), que resucitaría al tercer día (Os 6, más especialmente Os 6:2; cfr. 1 Co 15:4), y que vencería la muerte (Os 13-14; cfr. 1 Co 15:54-55).
Las profecías del santo Oseas están recogidas en el libro que lleva su nombre. El servicio profético del Santo Profeta Oseas se extendió por más de sesenta años. El profeta inspirado por Dios reposó tras una añosa vejez, habiendo dedicado su vida entera al cumplimiento de la Voluntad de Dios.
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