conmemorado el 6 de noviembre.
San Barlaam de Khutyn vivió en el siglo XII, era hijo de un noble poblador de Nóvgorod, pasando su infancia entera en el predicho lugar. En su juventud, tras retirarse al monasterio de Lisich, cerca de la ciudad, Barlaam fue tonsurado como monje. Luego se instaló en una colina apartada sobre Volkhov, en una zona llamada Khutyn, a diez verstas (una versta equivale a 1066.8 metros) de Nóvgorod. En su reclusión, san Barlaam llevó una vida austera y solitaria, ocupándose de la oración incesante y manteniendo un ayuno sumamente estricto. Era un celoso asceta en lo tocante a sus labores: cortar madera en el bosque, cortar leña y labrar la tierra, cumpliendo las palabras de las Sagradas Escrituras: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Ts 3: 10).
Algunos habitantes de Nóvgorod se reunieron a su alrededor, deseando participar de las obras y luchas ascéticas del Santo. Instruyendo a todo aquel que acudía a él, san Barlaam dijo: “Hijos míos, guardaos de toda injusticia, y no cedáis a la envidia ni a la calumnia, no tengáis celos, no calumniéis a nadie. Absteneos de la ira y no practiquéis la usura. Guardaos del juicio injusto. No hagáis juramento en falso, sino más bien cumplidlo. No os entreguéis a los apetitos carnales. Sed siempre mansos y soportad todas las cosas con amor. Ésta virtud es principio y raíz de todo bien”.
Pronto se construyó una iglesia en honor a la Transfiguración del Señor y se fundó un Monasterio. El Señor concedió al Venerable Barlaam con el don de obrar milagros y la clarividencia para poder servir a su prójimo. Cuando la vida de san Barlaam estaba próxima a su fin, por voluntad de Dios, el Hieromonje Antonio acudió desde Constantinopla. Fue contemporáneo y amigo de san Barlaam. El Santo se volvió hacia él y le dijo: “Mi amado hermano, las bendiciones de Dios reposan sobre éste Monasterio. Ahora lo dejo en tus manos. Cuídalo y guárdalo. Aunque os deje en el cuerpo, en espíritu estaré siempre con vosotros”.
Después de dar sus últimos consejos a los hermanos, ordenándoles preservar la fe ortodoxa y permanecer en la humildad, san Barlaam durmió en el Señor el 6 de noviembre de 1192.
La Iglesia de Cristo recuerda a san Barlaam tres veces al año: el día de su bendito reposo (6 de noviembre), el primer viernes del Ayuno de los Apóstoles y el tercer domingo después de Pentecostés (Sinaxis de los Santos de Nóvgorod).
En la práctica eslava, san Barlaam es conmemorado durante la Proskomedia junto con los Venerables Padres Portadores de Dios que brillaron en el ascetismo (sexta partícula).
REFERENCIAS
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