conmemorado el 20 de noviembre.
San Gregorio nació en la ciudad isauriana de Decápolis en el siglo VIII. Desde pequeño amó la casa de Dios y los Servicios de la Iglesia. Acostumbraba leer la Sagrada Escritura constante y reverentemente. Para evitar el matrimonio que sus padres habían arreglado para él, abandonó su hogar y pasó su vida peregrinando. Viajó a Constantinopla, Roma, Corinto y vivió un tiempo como asceta en el Olimpo. San Gregorio predicó la Palabra de Dios en todas partes, denunciando la herejía iconoclasta y fortaleciendo la fe y el coraje de los ortodoxos, quienes eran perseguidos, torturados y encarcelados por los iconoclastas.
A través de su lucha ascética y oración, san Gregorio fue concedido los dones de profecía y de obrar milagros. Después de acallar las pasiones y alcanzar la cima de la virtud, se lo permitió escuchar el canto angelical en alabanza a la Santísima Trinidad. San Gregorio abandonó el monasterio de San Menas, cerca de Tesalónica, donde había trabajado por largo tiempo, y volvió a Constantinopla para combatir la herejía iconoclasta. En la capital, una grave enfermedad minó sus fuerzas y partió hacia el Señor en el año 816.
San Gregorio fue sepultado en un monasterio de Constantinopla y aún en su tumba se produjeron muchos milagros. Como resultado, los monjes recuperaron las santas reliquias de san Gregorio y las consagraron en la iglesia donde la gente podía venerarlas.
Cuando Constantinopla cayó en manos de los turcos en 1453, un funcionario turco llevó las reliquias de san Gregorio a la región del Danubio. En 1498, Barbu Craiovescu, Ban de Valaquia (título nobiliario de origen incierto, proveniente del término eslavo ban “señor, amo, soberano”) se enteró de los milagros obrados por las santas reliquias y las adquirió por una considerable suma de dinero. Barbu Craiovescu dispuso las reliquias en la iglesia principal del Monasterio de la Dormición de Bistrița, el cual fundó en Rimnicu Vilcea (situado en el condado de Neamț, Rumania), donde permanecen hasta el día de hoy.
La Abadesa Olga Gologan, que reposó en 1972, escribió un pequeño folleto que describe los milagros y curaciones obrados por san Gregorio Decapolita en Rumania.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Venerable Gregory the Decapolite. New York, Estados Unidos: OCA
Comments